LA CREATIVIDAD EN LA VIDA COTIDIANA
primera parte
Alfonso
López Quintás
En un reportaje televisivo pudimos ver a los miembros de una tribu del Alto Volta -uno de los países más pobres del mundo- que emigraba debido a la sequía. Caminaban, en fila india, por una tierra resquebrajada. Iban exhaustos, y era de temer que de un momento a otro se fueran desplomando. Pero de repente el que cerraba la fila empezó a musitar una melodía en una flauta de construcción casera. Y el ánimo volvió al grupo. Yo me quedé pensando: Estas gentes desvalidas acaban de dejarlo todo, pero lo único que no se resignan a perder es la creatividad, representada aquí por la música.
La música, bien entendida y practicada, es una actividad eminentemente creativa y, por serlo, nos anima. En el terror de Auschwitz, el P. Maximiliano Kolbe animó a sus compañeros de infortunio entonando cánticos. En un entorno extremadamente hostil, en el que parecía normal mofarse de la muerte de unos inocentes, el canto les ayudó a soportar con dignidad la forma más dura de soledad. El canto religioso nos enardece porque nos une estrechamente a las realidades más valiosas.
I
¿QUÉ ES LA CREATIVIDAD?
Nos importa sobremanera precisar bien este concepto, pues su amplitud es mucho
mayor que la del concepto romántico de creatividad, reducido a los
genios. Mozart, Miguel Ángel, Goethe y Cervantes fueron geniales y
sumamente creativos. Esto es obvio. Pero no sólo los genios son creativos.
Si ahondamos en el concepto de creatividad, veremos que todos podemos
-y debemos- serlo, e incluso en grado eminente. No hablaremos, por
tanto, sólo de la creatividad artística y de la inventiva de todo
orden. Intentaremos captar el sentido radical de la creatividad. Ello
nos permitirá llevar a cabo una
revalorización de la vida cotidiana.
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