LAS SINRAZONES DEL ABORTO VII
Recursos tácticos inaceptables
Alfonso López Quintás
De la Real Academia Española de Ciencias Morales y Políticas
Según el Instituto de Política Familiar, en los últimos años el
número de abortos en España ascendió en un 60%. En 2004,
hubo 84,985 abortos. En 2005, 91. 664. En 2006, 101.592.
En 2007, 112. 138.
El aborto es una práctica que afecta a cuestiones muy profundas de la existencia humana, tanto en el aspecto biológico como en el espiritual. Profundos han de ser también su análisis y su valoración.
Para estudiar con hondura un tema tan complejo sólo hay una vía eficaz:
dejar de lado las imposiciones procedentes de ideologías rígidas, de intereses partidistas, del apego a opiniones individuales predeterminadas por motivos sentimentales, y atenerse a los dictados de la realidad, que es la fuente primaria de toda norma y todo criterio de vida. Tratar esta cuestión en el clima agitado de oleadas propagandísticas puede servir para pescar en río revuelto, pero no para servir a la verdad y –consiguientemente- a la sociedad humana.
El estudio de lo real lo llevan a cabo diversas disciplinas. En el caso que nos ocupa destaca el papel de la ciencia biológica y de la metodología y antropología filosóficas. La Biología se halla hoy en condiciones de esclarecer varios puntos clave referentes al origen de la vida humana y al carácter continuo de su proceso evolutivo. Esta clarificación permite a la Ética evitar ciertas indecisiones seculares y formular un juicio sólido acerca del aborto realizado en las primeras semanas de la gestación. Los resultados de la investigación científica deben ser tenidos estrictamente en cuenta a la hora de proponer soluciones a los problemas básicos de la existencia. La realidad acaba vengando todo intento de reducirla violentamente a mero objeto de manipulación.
La Antropología filosófica actual enseña, además, que el hombre se desarrolla y perfecciona por vía de encuentro, dialogando con la realidad en forma respetuosa, sin intentar imponer unilateralmente la propia voluntad. Este diálogo o ajuste a lo real presenta una gran complejidad. Su estudio exige un estilo de pensar maduro, una metodología filosófica que haga justicia a la riqueza de cada fenómeno, descubra la verdadera jerarquía de valores y no tolere el uso estratégico del lenguaje que todo lo embrolla con fines demagógicos. La metodología filosófica rechaza con energía las actitudes y conductas siguientes:
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